¿Por qué?
Las mujeres nacen con un número definido de óvulos, aproximadamente 1
millón al nacer, y a lo largo de la vida este va disminuyendo. En el 95% de
las mujeres, a los 30 años sólo queda el 12% de la reserva ovárica inicial y
a los 40 años esta desciende a aproximadamente el 3%. Es por eso que
comúnmente hablamos del reloj biológico de las mujeres alrededor de los
30 años.
Hoy en día tenemos dos herramientas para conocer el estado de la reserva
ovárica de una mujer (la proporción de óvulos que a una mujer le quedan
disponibles): el conteo de folículos bajo ecografía y la hormona
antimulleriana. La hormona antimulleriana es un examen en sangre que
se puede realizar en cualquier momento del ciclo, independientemente de
que se utilizando o no un método anticonceptivo. Conocer el estado de la
reserva ovárica propia es el primer paso para planificar el futuro
reproductivo y tomar una decisión informada al respecto.
Si cada vez es más frecuente que las mujeres aplacen la maternidad como
opción de vida, por estudio, por oportunidades laborales, etc., pero el reloj
biológico sigue corriendo, ¿qué alternativa existe para tener la posibilidad de
tener hijos y al mismo tiempo desarrollar sueños y proyectos?
¿Cómo?
La congelación de óvulos es la oportunidad para muchas mujeres que
quisieran tener hijos pero que por su momento de vida no están listas para
hacerlo antes de los 35 años. Así como las mujeres escogen planificar o no,
con qué planificar y cuándo hacerlo, también pueden escoger cuándo
quisieran tener hijos y aumentar sus posibilidades de poder hacerlo
congelando sus óvulos.
El primer paso es asistir a una consulta médica con un médico especialista
en Medicina Reproductiva. Es fundamental hacer una valoración médica
detallada, evaluar los antecedentes médicos y gineco-obstétricos
personales y familiares, así como también identificar factores de riesgo y
establecer el estado de la reserva ovárica. El segundo paso es tomar la
decisión para definir el mejor momento de hacerlo y empezar.
El proceso consiste en realizar la estimulación de los ovarios con
medicamentos especiales para conseguir el mayor número de óvulos
disponibles en un ciclo. La estimulación ovárica tarda más o menos entre 8-
10 días, durante los cuales se realiza un monitoreo clínico y ecográfico en
determinados días. Algunas mujeres pueden presentar síntomas durante la
estimulación que usualmente son leves y pasajeros. La segunda fase del
tratamiento consiste en extraer los óvulos para congelarlos mediante una
técnica llamada vitrificación. El procedimiento para extraer los óvulos se
denomina aspiración folicular y es un procedimiento ambulatorio realizado
bajo sedación.
¿Por cuánto tiempo se pueden guardar los óvulos congelados?
De forma indefinida.
¿De qué manera se pueden usar los óvulos congelados?
Se debe realizar un tratamiento de fertilización in vitro con semen de la
pareja o de un donante. Congelar óvulos permite que haya un mayor
número de óvulos jóvenes disponibles para ser fecundados, aumentando
así las posibilidades de un embarazo sano.
Que las mujeres sepan sobre su reserva ovárica y las opciones que existen,
es empoderarlas para tomar sus propias decisiones en términos de su salud
reproductiva. No es necesario tener que renunciar a otros sueños sólo
porque el “timing” de los ovarios no concuerde con el plan de vida. La
congelación de óvulos es una decisión en el presente para una tranquilidad
en el futuro.
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