Nota importante: la investigación científica avanza a velocidades impresionantes, por ende, la investigación en medicina reproductiva, también. Lo que estás leyendo hoy está actualizado y procuramos, siempre, mantenerlo así. Sin embargo, es posible que en algún momento leas este artículo y una o varias ideas estén ya desactualizadas. Por esta razón, siempre que te surjan dudas te invitamos a consultarnos para poder brindarte la última información disponible.
¿Qué pasa en el cuerpo de forma natural?: inseminación convencional
En la inseminación convencional en los humanos, es decir, en lo que sucede en nuestro cuerpo de forma natural, los espermatozoides compiten vigorosamente para fertilizar un solo óvulo. Esto funciona como un primer filtro de “selección natural”, y significa que cada espermatozoide nada a través de difíciles condiciones “ambientales” (en la vagina, el cuello uterino, el útero y las trompas de Falopio). Si lo ponemos en proporciones, es como si tuviéramos que nadar desde Colombia hasta Japón. ¡Increíble! De esta forma, es fácil entender por qué que menos del 1% de los espermatozoides van a llegar finalmente al óvulo, y pocos van a ser capaces de perforarlo para llegar a su interior.
En Conceptum, lo más frecuente es que durante la fertilización in vitro (FIV), siempre y cuando las condiciones lo permitan, los óvulos de la mujer se fertilicen utilizando el in vitro convencional (IC). En este caso, todos los óvulos extraídos de los ovarios de la mujer (durante la “aspiración folicular”), son puestos cuidadosamente por nuestras embriólogas en el laboratorio con gotas muy pequeñas de esperma preparadas para facilitar la fertilización.
¿Qué es el ICSI?
Esta técnica nos permite seleccionar un espermatozoide que parezca prometedor de una muestra de semen preparada, e inyectarlo directamente en el óvulo.
El ICSI es una “microcirugía”: ¡la más pequeña de toda la medicina! Luego si no contáramos con los mejores profesionales y el mejor laboratorio, correríamos el riesgo de causar un daño a la “maquinaria” del huevo (recuerda que al ovocito u óvulo también lo llamamos “huevo”). Solo bajo ciertas condiciones de algunos pacientes, recomendaremos utilizar el ICSI (inyección intracitoplasmática de un espermatozoide).
El ICSI (a diferencia del in vitro convencional), solo puede realizarse en "huevos maduros", lo que significa que en ocasiones excluiremos alrededor del 20% de los huevos que recuperamos. De los óvulos restantes (los que sí estaban listos), un laboratorio de alta calidad debe ser capaz de fertilizar entre 70 y 80% (conocido como el "tasa de fertilización en ICSI").
¿Porqué los embriólogos son tan importantes?
Dado que el ICSI es un procedimiento microscópico en el óvulo, la experiencia del embriólogo es muy importante. Entonces como es de esperarse, los embriólogos y las clínicas tienen tasas altamente variables de habilidad y éxito que dependerán del volumen de pacientes.
En Conceptum nos respaldan más de 30 años de experiencia, el mejor talento humano y unas instalaciones con la última tecnología, para garantizar tasas de fertilización comparables a los mejores centros de Norteamérica y Europa.
¿Quién necesita ICSI y quién no?
En la gran mayoría de centros de reproducción, inclusive en EE. UU. y Europa, se utiliza el ICSI de forma rutinaria para todos los pacientes. De hecho, se utiliza en alrededor del 75% de todos lo casos de FIV e inclusive, si hay diagnóstico de algún tipo de factor masculino esta cifra se incrementa hasta cerca de 93%. Sin embargo, la evidencia científica es clara en decir que la gran mayoría de estos pacientes no deberían haber sido tratados con esta técnica.
Por esta razón en Conceptum solo utilizamos el ICSI en los casos necesarios. Hay algunas situaciones en las que el ICSI es necesario y decisivo; algunos casos en que la evidencia parece no estar a favor pero no es clara, y otros en los que es incluso negativo para los pacientes. Los explicamos a continuación:
Casos en los que el ICSI es necesario:
Factor masculino severo: número muy escaso de espermatozoides, ningún espermatozoide o problemas severos en la capacidad de moverse del esperma.
Baja tasa de fertilización (< 25% huevos fertilizados) o fallo total de fertilización en un ciclo anterior: si has pasado por un ciclo de in vitro anteriormente, se ha utilizado la fecundación convencional y no ha habido fecundación o ha sido muy pobre, serás candidata a ICSI en un siguiente tratamiento.
En caso de utilizar ovocitos o espermatozoides congelados: si por alguna razón tienes huevos o esperma congelado, para un ciclo de FIV, se requerirá utilizar el ICSI.
Diagnóstico genético preimplantatorio del embrión (PGT-A y PGT-M): si dentro de tu ciclo de FIV hemos planeado, en conjunto, utilizar el PGT-A por alguna de sus indicaciones, es necesario utilizar el ICSI para tu tratamiento. Sin embargo, esta última indicación está cambiando ya que la tecnología utilizada para procesar el PGT, ha avanzado tan rápido que ya permite utilizar la inseminación convencional.
Casos no claros o sin evidencia suficiente para utilizar el ICSI:
Factor masculino moderado o leve: casos en los que el semen no tiene las condiciones óptimas pero tampoco está tan mal como para requerir ICSI. Sobretodo, en los casos en que las formas normales (que son normales en 4%) están entre 2 y 3%. Esta es una de las principales indicaciones de in vitro e, incluso ICSI, en nuestro país, cuando no hay evidencia que esto modifique los resultados.
Infertilidad inexplicada: algunas veces, a pesar de todos los estudios, no tenemos una causa para la infertilidad. Muchos centros recomiendan ICSI para esta indicación sin la suficiente evidencia.
Aborto recurrente: se ha hablado que cuando una pareja tiene más de 2 o 3 abortos, una de las posibles causas es el semen del hombre. Sin embargo, no hay evidencia que soporte que el ICSI sea la solución.
Edad materna avanzada (mayores de 38 años): algunos centros a nivel mundial utilizan rutinariamente el ICSI en casos de pacientes mayores. No obstante, esta no es una indicación que cuente con datos claros en la evidencia científica que permita recomendarlo a los pacientes.
Factor tubárico: la infertilidad debida a los casos en que las trompas de Falopio no están funcionando, es una de las más comunes. Aún así, esta no es indicación clara para ICSI.
Casos en los que es más dañino hacer ICSI (si no hay otro factor al mismo tiempo)
Casos llamados de pobre pronóstico (pocos huevos esperados o recuperados): algunas pacientes, desafortunadamente, son de mal pronóstico por diferentes motivos. En estos casos hay evidencia que muestra que incluso así haya una mejor tasa de fertilización, habrá menores tasas de embarazo comparado con la FIV convencional.
¿Tiene algún riesgo el ICSI?
Antes de discutir si el ICSI puede conllevar algún riesgo, es importante tener en cuenta algunos puntos relacionados con la calidad de la evidencia científica en la cual se basan los datos.
Los estudios no son aleatorizados: los pacientes en quienes se usa el ICSI son probablemente diferentes (mayor porcentaje de infertilidad por factor masculino) de aquellos en quienes no.Estudios viejos: la mayoría de los estudios se publicaron antes de 2005 y es posible que no sean representativos de cómo se realiza el ICSI en la actualidad. ¿Comparar ICSI con FIV convencional?: muchos estudios comparan los niños nacidos en ICSI con los niños concebidos naturalmente. Sin duda, la pregunta más relevante sería, cómo se comparan estos niños con otros niños nacidos de FIV.
Los datos sobre el posible impacto de ICSI, en comparación con la FIV, sobre los defectos de nacimiento son contradictorios.
Un gran estudio de población en Australia y dos metanálisis importantes son contradictorios sobre el posible efecto del ICSI en la descendencia (hay que tener presente que cuando hablamos de un posible aumento en el riesgo, este riesgo es muy bajo).
Un estudio sueco investigó el impacto de ICSI frente a la FIV en las complicaciones de salud al nacer. En calidad, es uno de los mejores estudios. Los investigadores no encontraron un aumento significativo para ninguna complicación.
Algunos estudios mencionan aumento de problemas urogenitales y de salud sexual que enfrentan los hijos varones de ICSI. ¡Pero ojo! Nuevamente, esto puede deberse a la técnica ICSI en sí misma o al hecho de que más pacientes con ICSI sufrieron infertilidad por factor masculino, y no necesariamente por la técnica.
Varios estudios han analizado cómo los hijos nacidos de ICSI (versus IVF sin ICSI) se comparan a lo largo de las líneas del desarrollo neurológico. Los datos son divididos y no conclusivos. En cuanto al rendimiento escolar general, no hay diferencia discernible.
Por último, existe otro riesgo más desconocido: el cambio potencial en la forma en que nuestros genes se expresan. Un estudio con ratones (que puede no reflejar lo que sucede en humanos) observó que se cambiaron casi 1000 genes debido al proceso de ICSI. Este hallazgo dejó a los investigadores preocupados por el uso de ICSI en ausencia de una necesidad absoluta, ya que todavía estamos en una etapa temprana de comprensión del impacto de estos cambios genéticos.
En conclusión, es importante que nos quedemos con dos ideas en la cabeza. El riesgo de cualquier defecto de nacimiento, enfermedad o problema neurológico es muy bajo en las técnicas de reproducción asistida, y es similar a lo que ocurre en los embarazos espontáneos. Sin embargo, cada técnica debe utilizarse cuando está indicada y el ICSI no debe ser la excepción.
Enlaces y referencias
https://www.conceptum.com/tratamientos-de-fertilidad-videoshttps://www.conceptum.com/tratamientos-fertilidadBoulet, S. L., Mehta, A., Kissin, D. M., Warner, L., Kawwass, J. F., & Jamieson, D. J. (2015). Trends in use of and reproductive outcomes associated with intracytoplasmic sperm injection. JAMA, 313(3), 255-263.Niederberger, C., Pellicer, A., Cohen, J., Gardner, D. K., Palermo, G. D., O’Neill, C. L., ... & Schoolcraft, W. B. (2018). Forty years of IVF. Fertility and sterility, 110(2), 185-324.
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